Emprender

Desde hace miles de años, según lo que recuerdo de mi vida personal, una cosa siempre quise y es emprender, tener una empresa. Quizás hayan sido las novelas, los muchachos con traje que se levantaban atareados por la mañana y salían corriendo a una oficina a trabajar. Pero para mi eso era una solución financiera. Tener un despacho gigante y cosas así, muchas películas.

En la devenida de años y haciendo un tanto retrospectiva, me había olvidado del hecho de emprender. Creo que la facultad me lo había hecho olvidar. Pero me acuerdo cuando eramos mas chicas con mi hermana montábamos un negocio. Mi papá nos ayudaba financiando el emprendimiento de fin de año, vendíamos en la puerta del almacén de mi abuela cohetes, pirotecnia o fuegos artificiales, como vos le quieras decir.

Muy bien la idea de donde surgió, no lo sé. Pero un día nos encontramos haciéndola. Mi papá nos prestaba el dinero para comprar la mercadería y después de que pasara la navidad ya teníamos para devolverle la inversión inicial. Nuestra mesita era muy simple, mi tía usaba para estudiar y guardábamos la mercadería todo en una caja. Fueron años muy divertidos, pues después nos íbamos de vacaciones y ya teníamos nuestro dinero. El negocio duraba aproximadamente unas dos semanas, socias con mi hermana menor y hasta llegamos a emplear a nuestra hermana mas chica, pero ella como que mucho no le interesaba, me acuerdo de haber hecho un contrato de trabajo. Esos años si que fueron graciosos.

Una de las metas a largo plazo anotadas en mi agenda es montar una empresa y hace años encontré un libro en la biblioteca de la facultad. Un libro viejisimo de los años 70’ “Economía Dental” hablando de que los odontologos son empresarios, pues ellos montan sus propios consultorios. Eso me voló un poco la cabeza, porque no lo había pensado así y es cierto, los emprendedores no son aquellos que montan una mega estructura llena de oficinas, sino que en pequeñas cosas y a veces con ideas fabulosas, puede salir algo espectacular. Mi concepto de empresa era una tontería. Hasta que descubrí ese libro, videos en youtube y demás personas que conocí en este tiempo.

Otra cosa a tener presente es que hay que animarse, con todas las herramientas disponibles en el internet, al alcance de un click, como no montar una buena empresa, como no pensar en un negocio, como no hacer trabajar tu dinero.

Aunque siempre fui muy habladora y súper soñadora, hoy pienso en extenderme hacia otros rumbos, espero con los años poder usar ese entusiasmo que tenia en el verano, de sacar mi mesita de cohetes ya sea sola o con alguien más y vender. Emprender.

Cómo no emprender si nací en medio de los negocios de mis abuelos y mis padres

31208_393525018021_2776848_n.jpg

 
0
Kudos
 
0
Kudos

Now read this

Mi vida de millonaria

Esto es un tanto gracioso pero real. Hace un mes mas o menos, me puse a pensar que era lo que realmente quería cuando niña en mi vida. Lo recordé, y era ser millonaria. Tenia nueve años, estaba bañándome y lo pensé detenidamente: “Quiero... Continue →